Pues sí, como los yogures, el casco de tu moto o de tu bici, tiene fecha de caducidad.
El casco es sin duda el elemento de seguridad más importante que llevamos cuando montamos en moto o en bici. En caso de caída nos puede salvar de lesiones realmente graves, e incluso de la muerte. Por eso es importante llevarlo en perfectas condiciones.
Los cascos no sólo se deterioran con una caída o cuando reciben un impacto, sino que en función del material con el que estén elaborados, con el tiempo van perdiendo sus propiedades.

¿Cuál es la fecha de caducidad?
En el caso de las bicis, la duración estimada de un casco se fija en 5 años, pero siempre dependiendo del uso que se le dé, de cómo se guarda y, especialmente, si ha recibido pequeños impactos que, en un primer podemos considerar sin importancia pero que, a la larga, influyen en el mantenimiento de sus características.
En el caso de las motos, los fabricantes de cascos de moto suelen situar el periodo de vida útil de un casco entre cinco y ocho años, en función principalmente de los materiales de fabricación: los cascos con carcasa de plástico tienen una vida media inferior a los cascos de composite (combinación de polímeros, fibras de vidrio o fibras de carbono, entre otros materiales). Al igual que en las bicis, este periodo de vida útil se puede ver afectado por diversas situaciones que pueden obligar a reemplazarlo antes de este periodo.

¿Cuáles son los factores que influyen en la vida útil de un casco?
El primero de ellos es el uso que se le dé. No es lo mismo un casco que se utiliza a diario que un casco que se utiliza una vez a la semana.
Otro de los factores que más influyen en la vida útil son las condiciones meteorológicas a las que esté expuesto, siendo el calor una de las primeras causas de deterioro. Por ese motivo, se debe evitar la exposición al sol cuando no se use, ni exponerlo a fuentes de calor directas como un radiador cuando el casco está húmedo.
Por supuesto, en el caso de las motos, la exposición a combustibles, salpicaduras pueden deteriorar nuestro casco.
Es muy importante revisar con cierta frecuencia, el estado del interior del casco, que la espuma de poliuretano no esté dañada, que permanezca pegada a la carcasa, así como revisar el estado de los cierres y cintas que, en muchos casos, son las zonas que están más en contacto con la sudoración.
¿Cómo sabemos la fecha de caducidad de un casco?
Todos los cascos deben llevar una etiqueta en su interior en la que aparece la fecha de producción. A partir de esa fecha, debemos sumar esos 5 años que establecen los fabricantes como tiempo de vida útil. Sin embargo su localización no siempre es sencilla por lo que, para conocer la vida útil del casoc, debemos recurrir y consultar con el fabricante.
Independientemente de esta fecha de caducidad, debemos cambiar el casco siempre que haya recibido un impacto, cuando observemos que el interior se ha deteriorado, ante cualquier fisura y, en definitiva, cuando observemos que el casco no cumple al 100% con sus propiedades.
El cascos es vida.